Música
Álbum Review: Mitski – The Land Is Inhospitable And So Are we
Mitski se ha enamorado. Y ha dejado de estarlo. Le han dado amor y se lo han arrebatado, lo ha lamentado y lo ha celebrado. En ‘The Land Is Inhospitable And So Are We’, la cantautora explora todos estos estados del ser y sostiene que tanto en el acto como en su ausencia, el amor es caos.
Descrito por Mitski como su ‘álbum más estadounidense’, ‘The Land Is Inhospitable And So Are We’ entrelaza el Americana liderado por la guitarra con cuerdas cinematográficas. A veces estamos sentados con ella alrededor de la fogata, a veces la encontramos en un paisaje de ensueño de comedia romántica de Hollywood, pero siempre escuchamos algo crudo, real y lleno de sentimiento.
No hay un sonido típico de Mitski y la cantante nunca se ha inclinado abrumadoramente hacia ningún género en particular. Pero la intimidad y los sonidos analógicos de su séptimo álbum, ocasionalmente imbuidos de conmovedoras orquestaciones y zumbidos estáticos, le resultan fáciles y naturales mientras vierte sus confesiones a la luz de la hoguera. La primera canción del álbum, ‘Bug Like An Angel’, nos revela que está sola, soñando con coros que hacen eco de su llamado a ‘familia’ y desaparecen tan rápido como llegan.
La nostálgica ‘I Don’t Like My Mind’, al estilo de Stevie Nicks, es más explícitamente insegura, ya que Mitski pide que no la dejen a su suerte y ruega: ‘Por favor, no me quites, quites mi trabajo de mí’. En ‘The Deal’, profundiza en su autodestructividad, haciendo un acuerdo a medianoche para dar su alma a cambio de nada más que las consecuencias. ‘No puedo soportar guardarlo, lo daría solo para dar’, suplica.
El amor es una gracia salvadora; un rescate de sí misma. ‘Heaven’, empapada en cuerdas, celebra un amor absorbente, con líneas de viento que revolotean y un piano triunfante. ‘My Love All Mine’ suena como la canción de una comedia romántica de los años 90 que se reproduce a mitad de la película, cuando todo acaba de empezar a verse hermoso. ‘Mi bebé aquí en la tierra me mostró lo que valía mi corazón’, canta Mitski sobre una instrumental seductora. Pero, como sugiere el título del álbum, nada de esto es sostenible; el final está codificado desde el principio.
Los cuatro últimos temas del álbum cuentan una historia deliberada y cronológica. ‘The Frost’ muestra a Mitski observar cómo el mundo se enfría, reflexionando que ahora no tiene a nadie con quien compartir sus pensamientos. ‘Eres mi mejor amigo’, canta. ‘Ahora no tengo a nadie a quien contarle cómo perdí a mi mejor amigo’. Es una línea brutal. ‘The Frost‘ da paso a ‘Star’, mientras Mitski observa cómo el amor se apaga, se aleja mucho de ella pero sigue siendo visible. ‘Star‘ es el álbum en su expresión más cinematográfica, construyendo desde el piano, las vocales y un zumbido subyacente hasta una cacofonía de cuerdas y un tintineante riff de sintetizador.
Un regreso al Americana llega en forma de ‘I’m Your Man‘, en la que Mitski incorpora golpes resonantes y ladridos de perros mientras confiesa: ‘Me creíste como a un dios/Te destruí como soy’. La realización de que este podría haber sido el amor más grande que tendrá duele tanto como la comprensión de que ella tuvo un papel en arruinarlo.
En el cierre, ‘I Love Me After You’, está aprendiendo a ser más amable consigo misma: cuidando su piel, cepillando su cabello, bebiendo agua. No es un final suave y cómodo. La distorsión ruidosa y áspera se apodera de la pista mientras Mitski vocaliza, insistiendo en que su vida y su hogar ahora son suyos y está feliz con eso, incluso mientras sus sonidos la traicionan. Pero es un final esperanzador. El amor de todo tipo es incómodo, pero Mitski ya no tiene miedo de estar incómoda.
